B.Echeverría

¿Recuerdas qué sentiste al escuchar por primera vez «Starman» de Bowie? o ¿quién de nosotros no ha deseado perder por un momento la verguenza y bailar como un robot al ritmo de la música de Kraftwerk? El periodista Javier Becerra tiene el don de entusiarmar a los niños a través de «historias pop» y en esta ocasión lo hace a través de su libro «Esto es Pop» publicado por Mont Ventoux. A través de sus páginas Becerra consigue que los niños conozcan una parte de la historia musical más reciente y a su vez que los adultos se reencuetren por un segundo con la sensación de disfrutar y dejarse llevar por la música.

–¿En qué momento nace la idea de transmitir la historia del pop a las nuevas generaciones a través de un libro?

El pasado verano decidí llevar al formato de un libro las charlas para niños sobre música que doy desde hace dos años en festivales, colegios y centros culturales. Me encantaba la idea de hacer un libro infantil y trasladar a ese terreno a los grandes mitos de la música pop. En mi cabeza se había producido una mezcla de los libros “El Monstruo de los Colores” y “Cuentos de buenas noches para mujeres rebeldes”, la película “Inside Out”, los tres últimos discos de Xoel López y el redescubrimiento del pop en su vertiente más lúdica a través de mis hijos. Todo me empujaba en esa dirección. Afortunadamente, fue dar el paso y obtener la respuesta inmediata de varias editoriales interesadas. Todo ha ido fluido desde el primer momento.

-¿Ha tenido algo que ver tu faceta de padre?

No es que haya tenido algo que ver, es que ha sido algo definitivo. De no ser padre creo que este libro hubiera sido imposible. Mi manera de ver la música ha cambiado mucho al tener hijos, compartirla con ellos y ver cómo la asimilan. Por ejemplo, yo nunca fui un gran fan de The Beatles. Los apreciaba, claro, pero tendía emocionalmente más a la línea oscura de la Velvet Underground o la más agresiva de los Stones. El lado más feliz y “tontorrón” de The Beatles me echaba para atrás. Y los temas de la primera etapa llevaba años sin escucharlos. Ahora flipo con “Love Me Do” o “She Loves You”, que son las que me piden los críos en casa. Las aprecio mucho. Me parecen tan buenas como “Strawberry Fields Forever” o “Tomorrow Never Knows”. Y cosas como “Piggies”, “Good Morning” o incluso “Obladi Oblada”, que antes me rechinaban, ahora me encantan.

-Pero tu papel de “divulgador del pop” empezó mucho antes ¿verdad?

-El tema de los niños empezó en el año 2017. Me habían invitado al festival Vive Nigrán a dar una charla para niños. Es la típica cosa que acepté sin pensarlo mucho y, cuando me encontré a unos días del evento, lo resolví seleccionando diez momentos en los que el pop hizo temblar al mundo: desde la primera aparición de los Sex Pistols en la televisión a la emisión del videoclip “Thriller” de Michael Jackson pasando por la beatlemanía. Vi como a los niños se les ponían los ojos como platos. También comprobé, con gran sorpresa, como los adultos le encantaba recordar todo aquello. Es decir: podía ser una actividad familiar. Me di cuenta que ese era un modo fantástico para hablar de música. Después de esa primera vez vivieron otras y otras…y hasta hoy.

– No es tu primera primer libro de temática musical, sin embargo aquel libro (Los Eskizos, electricidad a contracorriente) iba dirigido a un lector adulto ¿Qué diferencias se presentan a la hora de emprender un proyecto para niños?

Es totalmente diferente. Aquí me dirijo a un lector infantil y sin conocimientos, al que le hablo de The Beatles o Bee Gees como si nadie les hubiera hablado de ellos antes. En el caso de Los Eskizos era un texto mucho más especializado dirigido a alguien con una base previa. De cualquier modo, en los dos casos se buscaba divulgar. Me gustan ambos formatos. De hecho, tengo en mente un futuro libro “adulto”.

-Los niños son un público exigente y muy sincero ¿Cuál es la reacción que más te ha sorprendido de ellos al encontrarse con las historias pop del libro?

Buff, hay muchas… En una presentación un crío me dijo que le encantaba Juan el Podrido. Durante unos segundos me quedé pensando de qué hablaba. Se refería a Johnny Rottten, de los Sex Pistols, que en el libro lo llamamos así para que lo entiendan. Lo ven como un personaje de dibujos animados y eso aún me choca y me encanta. También me flipa lo que les gusta Kraftwerk a los pequeños. Todo eso de bailar como robots les encanta.  El otro día la madre de un niño me dijo que este, de siete años, le pidió ir a clases de guitarra tras leer el libro.

– Mención especial a la ilustradora Catuxa Alonso siempre presente en el diseño de los carteles de los conciertos Retroalimentación que organizas cada año ¿Cómo ha sido compartir con ella este proyecto?

Catu lleva años trabajando conmigo en los carteles del ciclo que este año cumplió su séptima temporada. Tiene mucho talento y nos entendemos al 100%. Cuando Mont Ventoux decidió sacar el libro les dije que me gustaría que fuera ella la ilustradora, que todo iba a ser fácil y fluido con ella. Les dije que los podía convencer con hechos. Hizo un par de bocetos de prueba en una tarde. El sí de la editorial fue inmediato. Yo le decía unas ideas generales de cómo lo veía en mi cabeza y lo que me me mostraba siempre superaba mis expectativas. Algunas ilustraciones, como la de Aretha Franklin, Rolling Stones o Kylie Minogue, son para enmarcar. Cuando la vi la portada casi me echo a llorar de lo emocionado que estaba. La verdad es que ha sido un acierto contar con ella. El 50% del valor del libro está en su trabajo. No lo concibo sin ella.

-¿En qué criterios te has basado a la hora de elegir las historias y los personajes del libro?

Buscaba trazar un recorrido por la historia del pop con historias sorprendentes, divertidas y que tuvieran algo que pudiera estimular la curiosidad del niño que las lea. Pensaba en lo que me ocurrió a mí de crío. Ese momento en el que salía Mecano o Michael Jackson en la tele y decías “Guuau, ¿¿¿pero qué es esto???? ¡¡¡Quiero ser como ellos ya!!!” Más que explicarles quiénes son The Beatles, lo que hago en el libro es abrir un puerta para que conozcan a The Beatles a partir de “She Loves You”, la beatlemanía, los gritos, la locura y la emoción que generaban en 1963. Así, con todos. A David Bowie le gustaba disfrazarse jugando a ser otra persona. Igual que le ocurre a los niños, que lo captan a la primera y conectan mil veces mejor con ello que un adulto cargado de prejuicios. A Adele le encantaba mirarse al espejo de su habitación soñando que era una de las Spice Girls, igual que le ocurre hoy a muchas pequeñas fans hoy con Taylor Swift o Rosalía, que lo hacen y lo admiten sin vergüenza. Se trata de crear una conexión para que puedan tirar del hilo. Y bueno, que los mayores que lean el libro con el pequeño tiren del mismo hilo y se sorprendan a sí mismos jugando con la música.

-La primera presentación del libro ha sido en el emblemático Playa Club de A Coruña y creo que fue algo para recordar.

Fue impresionante. Pero impresionante de verdad. Al tratarse de mi ciudad y la primera presentación, quería algo especial que los pequeños lo recordasen toda su vida. No quería que fuese un sitio con butacas, deseaba que fuera en una sala. Seguramente sería la primera vez que los niños fueran a una con música en directo. Le plantee a mi amiga Carolina Rubirosa, una fantástica cantante y guitarrista, hacer una presentación musicada donde ella tocase una decena de piezas del libro que yo iría explicando. Entre otras, el “She Loves You” (Beatles), “Respect” (Aretha Franklin), “Starman” (David Bowie), “Can’t Get You Out Of My Head” (Kylie Minogue) o “Happy” (Pharrel Williams) Habíamos ensayado cómo hacerlo para mantener la atención de los niños. Pero fue empezar y aquello explotó. No solo los niños. También los padres. Nos saltamos el guión y nos dedicamos a pasarlo bien, sin más. Fue una fiesta tremenda. Terminamos todos encima del escenario cantando y bailando a The Beatles. Tal es así que la voz se corrió y esa misma tarde ya nos estaban ofreciendo hacer el mismo “show” en otros lugares de Galicia. Lo repetimos semanas después en Riquela de Santiago y también estuvo fenomenal. Ahora nos piden que repitamos. Quizá después del verano, si Carol tiene tiempo, ya que está a punto de sacar un disco.

-¿Con qué sensaciones te quedarías?

Pues con la cara alucine de los niños y el agradecimiento de los padres. E incluso de los abuelos. Uno, que tendría unos 75 años, me vino a decir que lo que estábamos haciendo era algo impresionante, que era muy triste que los niños no conociesen a los Beatles hoy en día. Me pidió que hiciésemos algo similar con Los Brincos y Los Bravos, para salvar del olvido al pop español de los sesenta. Muchos mayores me decían que teníamos que ir a los colegios, que deberían hacerse cosas así todos los fines de semana. La verdad es que fue tremendo.

– Ahora emprendes una gira de presentación por varios festivales de Galicia, ¿verdad?

Sí, me hace una especial ilusión llevar estas presentaciones a los festivales, precisamente en un momento como al actual donde florecen los eventos musicales familiares. Yo soy público de este tipo de eventos y me encanta ver a mis hijos flipando con la música en directo. Tengo todos los fines de semana de julio cubiertos. Empiezo el próximo 6 de julio en el Portamérica (Caldas de Reis). El el 12 y el 13 en el Marineda Fest (A Coruña), haciendo una charla sobre pop y otra más orientada al rock de la que, quién sabe, a lo mejor sale un siguiente libro. La verdad es que a veces en las presentaciones los niños se me acercan y me dicen que les gustaría que hablase más de Queen, AC/DC o Guns n’ Roses, que me molan mucho.  El 20 vuelvo al Vive Nigrán, al lugar en donde nació todo, esta vez con Carolina que tocará allí. Y, por último, el 27 estaré en el Atlantic Fest (Illa de Arousa). Por ahora solo me estoy moviendo en Galicia, pero me encantaría ir fuera.

Después del verano tenemos pensada hacer una gran fiesta de presentación en Madrid y ojalá pueden venir muchas otras ciudades luego.

Más sobre Javier Becerra:

http://blogs.lavozdegalicia.es/javierbecerra/

https://www.mntventoux.com/product-page/esto-es-pop-javier-becerra