B.E
En una nueva entrega de «Mi Colección» el bilbaíno Jaime Guardamino Dj y colaborador en medios musicales como Zarata Mondo Sonoro y Fuck & Young nos abre las puertas de su colección y nos introduce en su universo musical.
La música ha sido siempre una constante para ti, ¿cómo recuerdas tus primeras andaduras musicales? ¿Cómo empezó el idilio con la música?
La verdad es que tuve la suerte de crecer en un ambiente en el que se escuchaba muy buena música. Tengo un hermano tres años mayor que yo que oía cosas como los Smiths o REM cuando yo tenía unos once años, y obviamente, eso te marca. Además, en el colegio escuchábamos el Boys don’t cry de los Cure y el Under a red blood Sky de U2. La verdad es que fui bastante precoz en ese sentido, desde entonces no hubo vuelta atrás.
Tu faceta como Dj.
Llevo pinchando desde los veinte años. La primera vez fue en un bar que se llamaba U2, en el casco viejo de Bilbao, y estaba tan nervioso que lo pasé fatal. En la universidad coincidí con mucha gente que tenía mis mismos gustos e inquietudes, y nos retroalimentábamos constantemente. Nos descubríamos bandas y discos a diario. Mi amigo Adrián Medrano abrió el mítico Bullitt a principios de siglo y allí es donde realmente progresé tras los platos. Soy profesor de inglés de profesión y lo de Dj me lo tomo como un hobbie, algo con lo que disfruto enormemente y que hago siempre que puedo.
¿Recuerdas cómo iniciaste tu colección de discos?
En mi casa no hubo tocadiscos hasta que tuve unos 13 años, así que hasta entonces tenía un buen número de cintas con mi hermano. El verano de 5º de EGB lo pasé en Inglaterra y allí me compré mi primeros vinilos.
¿Cuál fue el primero?
Compré varios ese verano : A kind of magic de Queen y tres singles (Harlem Shuffle de los Stones, Run to the hills de los Maiden y My hometown de Springsteen). Todo muy ecléctico jajajaja si mal no recuerdo los singles me costaron 50 peniques cada uno. Lo más gracioso de todo es que en casa no había plato todavía, así que tuve que bajar a casa de mi primo a grabarlos en una cinta.
¿Cuál ha sido tu última adquisición?
Ahora mismo estoy una temporada en Dublín por trabajo y aquí hay varias tiendas de discos muy decentes. Ayer tuve el día libre y compré “Red apple falls” de Smog, “Moondog Matinee” de The Band (el único disco de ellos que no tenía en vinilo), “The fat skier” de Throwing muses y un recopilatorio del sello Charly de producciones de Allen Touissaint en los sesenta.
¿Qué tiendas de discos frecuentas y suponen un referente para tí?
En Bilbao, Power Records, todo un clásico. Llevan ya 25 años y es un referente. Siempre que voy encuentro algo. Soy muy fan también de El club de amigos del disco y Babel en Madrid y Discos Bora Bora, otra imprescindible, en Granada.
¿ Qué 8 discos consideras como las joyas de tu colección?
Difícil pregunta, la verdad. Hay discos que igual no tienen un gran precio a nivel monetario, pero si sentimental. Veamos:
- El primero sería sin duda mi colección española de singles y E.Ps de los Beatles (bueno, mi colección de los Beatles en general, la verdad). Soy Beatlemaniaco desde los 13 años y siempre he andado un poco obsesionado con el tema (risas) Tengo grandes joyas…¡y 34 copias del Sgt. Pepper’s!
- Teenage Fanclub : Grand Prix
Independientemente que sea bastante complicado y caro encontrarlo en vinilo (con el single de regalo), este disco me marcó mucho desde que los viera en la presentación del mismo en Berango (Vizcaya). Fue un acontecimiento entre todos nosotros. Desde entonces son uno de mis grupos favoritos.
- Tom Petty : Full moon fever
Otro disco que me marcó en mi adolescencia y que tuvo una gran influencia en mis gustos musicales de a posteriori. Lo compré en un Carrefour en Francia y no paré de escucharlo durante dos años seguidos.
- Neil Young : Zuma
Probablemente mi disco fetiche de Neil Young, y el primero suyo que tuve en vinilo. Lo compré en Aberdeen (Escocia) en el verano de COU. Es perfecto de principio a fin.
- The Kinks : Something else
Otro de mis grupos de cabecera. La verdad es que podría elegir cualquiera de sus Lps de la segunda mitad de los sesenta, pero este me marco mucho en su momento, y tiene una de mis canciones favoritas de los Kinks; Afternoon tea.
- Gabinete Caligari : Camino Soria
Mis grupos favoritos en castellano son los Brincos, Nacha pop y Gabinete. Podría haber elegido cualquiera de ellos, pero creo que Gabinete han sido injustamente olvidados y merecen ser reivindicados. El hecho que mencionen a Bécquer y Machado en la canción que da título al disco siempre me ha encantado, es algo que no se oye hoy en día.
- The Jam : Snap!
Uno de esos discos que me llevaría a una isla desierta. Los Jam tuvieron una trayectoria perfecta y se separaron en el momento justo. Este disco reúne todos sus singles (algunos de los cuales no aparecían en los LPs) y es un recopilatorio imprescindible. Su All mod cons también podría estar en la lista.
- Itoiz – Itoiz
No soy especialmente fan de Itoiz, pero este disco cuesta un dineral y encontré en una tienda de cosas de segunda mano ¡3! copias a un euro y otra copia al mismo precio del segundo disco, que es todavía más caro. Algo que te ocurre una vez en la vida, vamos. Aparte de las tiendas de discos, soy muy de buscar chollos en montoneras, mercadillos, rastrillos y demás. Encuentras alguna joya una de cada veinte veces que vas, pero el subidón es máximo cuando ocurre.
- David Bowie – Hunky Dory
Y uno de regalo. Tenía que incluirlo por muchas razones, entre ellas que estuve hace poco visitando la expo de “David Bowie Is” en Barcelona y me volví a enamorar (una vez más) del artista y su música. Mi copia en vinilo me la regaló la señora de la casa dónde me aloje en Aberdeen (Escocia) durante el verano de COU. Era una hippie entrada en años que había vivido esa época en primera persona. Me contó mil y una batallas de los setenta y supuso mucho para mí que me regalara su copia al volverme a Bilbao. The Bewlay brothers me sigue poniendo los pelos como escarpias.
¿Tienes algún ritual y/o momento perfecto a la hora de escuchar tus discos?
Cualquier momento es bueno para poner un disco, pero creo que la noche es mi preferido. El ritual de poner un disco me sigue fascinando igual que el primer día. Cuando la aguja cae en el surco es sin duda un momento mágico al que vuelvo una y otra vez. De chaval leí en algún libro que todo el ritual de coger un disco, sacarlo de su funda y ponerlo en el tocadiscos se parecía al de desnudar a una mujer y siendo un puberto aquello me pareció la bomba (risas).
Más info: