
B. Echeverría
Entrevistamos a Nacho Serrano, alma máter del jugoso proyecto «La Granja de tiza».
¿Qué es La Granja de Tiza? ¿Quién esta detrás de este proyecto? ¿Qué te motivó a ello?
La Granja de Tiza es una plataforma musi-colaborativa en ayuda de bandas emergentes, para sus procesos de producción musical, edición, promo, management, asesoría legal, diseño y cualquier cosa que un grupo necesite para sobrevivir como tal y tratar de profesionalizarse por medio del trabajo de otros artistas y personas que quieren trabajar en esto de la musica con grupos que empiezan sus carreras, todo a precios justos, ajustados y razonables.
Detrás estoy yo, básicamente, pero esto no sería posible sin otros granjeros, gente que ha recogido el guante y que tiene muchas ganas de trabajar en este apasionante mundo de las bandas noveles, aun sabiendo que no hay mucho dinero por medio y que es un trabajo que da sus frutos despacito y a largo plazo. Tampoco sería posible sin las bandas, claro, que confían en nosotros, los granjeros
La Granja de Tiza nace de la forma más natural del mundo. Tengo mi propia banda funcionando sin descanso desde 2009, Tiger and Milk, y desde el principio he tenido que contar con dibujantes para las portadas, con productores para grabar nuestros discos, con músicos de estudio para escribir los arreglos de las canciones, ayuda con la prensa, de todo. Como nosotros perdemos bastante tiempo en lo de componer, ensayar y preparar conciertos, pedimos ayuda y tratamos de pagar siempre un precio justo por el trabajo que otros hacen para nosotros. Y así empezó todo. Hay muchas cosas de este trabajo, como el management o la prensa, que personalmente me encanta hacer, hablé con otros grupos amigos y empezamos a poner en marcha este pequeño sueño colaborativo.
¿Quién puede ser Granjero?
Cualquiera que quiera trabajar con grupos noveles o emergentes, ya sea porque se le dan bien las relaciones con medios de comunicación, con las salas de conciertos, el diseño, dibujar, tocar el violín… Los granjeros son gente que hace cosas por y para la música, y que negocian siempre precios justos por su trabajo directamente con los grupos, teniendo en cuenta que las bandas de la granja tienen escasos recursos pero muchísima ilusión por hacer las cosas bien y bonitas.
¿Qué ofrece la Granja de Tiza? ¿Cuál es la característica o características que os definen?
Si eres una banda, lo mejor es el aspecto colaborativo, sentirte apoyado, no solo por una persona que se encarga de tus cosas sino por otros grupos con los que puedes compartir escenario o contactos, formar parte de algo un poco más grande que tú mismo. Y si eres un granjero, lo mejor es que no tienes que trabajar gratis, en La Granja de Tiza siempre buscamos la manera de que el trabajo de todos se vea recompensado con un precio justo y ajustado, ya sea con dinero o con intercambios puntuales, por ejemplo, yo te hago las fotos de promo y tú tocas en mi fiesta de cumpleaños.

Aproximadamente en junio del 2013 fue la fecha en la que como plataforma os disteis a conocer. ¿Cómo ha sido la respuesta a vuestra propuesta alternativa?
Pues la verdad es que ha sido estupenda. Hay mucha gente con ganas de hacer cosas y a veces te sientes un poco solo. Te cargas de trabajo musical pero además tienes tu trabajo diario que suele ser del que vives y el que paga este vicio caro de hacer música. Que alguien con quien compartes esa inquietud te eche una mano con algunas cosas a las que tú no le puedes dedicar el tiempo que realmente necesitan es un alivio. La respuesta de momento se traduce en varias bandas funcionando en la Granja en diferentes cosas y un buen puñado de granjeros a su disposición, de momento, de esto no se vive, pero la moral está alta y pronto podremos dar nuevos pasos y abrir el abanico de servicios que podemos ofrecer.
¿Qué grupos hasta el momento han confiado en vosotros?
El primero que dio el paso fue No Nos Llamamos Fiódor, exquisito trío de pop eslavo que vienen de Barcelona y a los que lié para producirles su primer disco. Por supuesto, Tiger and Milk. También Capitán Sunrise, que acaban de editar un disco estupendo con Discos de Kirlian. El Coleccionista, buenos amigos de conciertos por Madrid. Ana Béjar, ex Usurua y ex Orlando, que está a punto de entregar un discazo en solitario, y Pierrot, que viene de Bilbao y que practica un alucinante estilo de americana que nos tiene embelesados.

Una de las ventajas de vuestro estudio de grabación es que, en cierta medida, es itinerante.
Pues sí, pero eso es porque es muy muy sencillo y se puede llevar en una maleta pequeña. La norma básica del estudio es que tienes que adaptarte a lo que hay, se trabaja con un ordenador, un micrófono y poco más. No es muy profesional ni le sacas el sonido de Abbey Road, pero tiene el “sonido de tiza” que caracteriza todo lo que producimos.
¿Quién se encuentra tras los mandos del estudio de Grabación? ¿Quién ha sido el encargado de producir trabajos como el de “No nos llamamos Fiódor”?
El granjero productor también soy yo (parece que hago de todo pero no es para tanto). Hasta ahora sólo había producido mi propia música, los EP’s de Tiger and Milk, pero después de componer canciones, este es el trabajo más increíble al que me he enfrentado nunca. Puedo estar horas y horas mezclando y retocando canciones sin aburrirme. No lo hago mucho porque le dedicaría demasiadas horas y es un poco adictivo para mí, pero seguro que dentro de poco intento producir alguna cancioncita más. Lo de No Nos Llamamos Fiódor tampoco es que sea mérito mío. Mireia, Esther y Santi son tres pedazo de músicos y es francamente fácil (y divertido) trabajar con ellos, están muy locos y lo hacen muy bien.
¿Qué proyectos futuros tiene entre manos “La Granja de Tiza”?
Todos no te los puedo contar, pero para 2015 queremos hacer una cosa que, si sale bien, dará mucho y bien que hablar. De momento nos conformamos con echar una mano a los grupos que tenemos, conseguirles presencia en medios y muchos conciertos. También queremos poder dedicarle algo más de tiempo al proyecto de manera global y empezar también a promocionar a los granjeros como merecen porque, como te digo, cuando te dedicas a esto de la música emergente sueles necesitar también un trabajo que te dé para comer y para pagarte el hobby para el que vives. Eso, a veces, hace que no le puedas dedicar todo el tiempo que te gustaría y el que el proyecto merece. Pero bueno, poco a poco, despacito y con buena letra, para lo poco que llevamos, ya hemos conseguido más de lo que pensábamos… y eso es bien.