
B.Echeverría
Entrevistamos a FIUMICHINO con una larga trayectoria como DJ en las mejores salas gallegas a día de hoy compagina esta faceta con la produción y formación musical en REC LABEL.
Llevas una larga trayectoria como músico, Dj y productor ¿En qué momento comenzó todo? ¿Qué circunstancias se dieron para hacer de la música tu trabajo?
Recuerdo que con tres años mis padres me regalaron un fantástico piano electrónico de color rojo, con su mueble y su banqueta. Me tiraba horas y horas intentando descifrar las sencillas partituras que tenía el manual. Con el paso del tiempo comencé a “tocar de oído” de manera muy básica las canciones que me iban gustando. En las reuniones familiares, se decían cosas como “este niño tiene talento, le encanta la música, tenéis que inscribirlo en el Conservatorio”, pero eso nunca sucedió y seguí por mi senda autodidacta.
Con el paso del tiempo, fui conociendo amigos con mi misma inquietud: con 12 años ya tuve mi primer contacto con sintetizadores y secuenciadores, nuevos teclados en casa y algún que otro grupete musical. Visitábamos a menudo las tiendas de instrumentos para probar nuevos aparatos. Nada extraordinario, pero fue una etapa en la que por mi afición a los sonidos e instrumentos electrónicos (Depeche Mode era uno de mis grupos favoritos), fui asentando muchas de las bases de lo que ahora hago prácticamente de forma intuitiva.
Durante el bachillerato estudié solfeo y piano como actividad extraescolar, y ahí se fue cerrando más el círculo de conocimientos elementales. Reconozco que es muy bueno estudiar música, aunque desgraciadamente los métodos tradicionales suelen ser bastante poco… divertidos. Desde luego que ser autodidacta, con todo lo que esto implica (automotivación, constancia, paciencia, etc.), es una ventaja en general, no sólo para la música. Pero siempre es mejor combinar ambas cosas: con un profesor el aprendizaje se acelera, de forma autónoma aprenderás cosas que requerirían de muchos profesores, a menudo inaccesibles.
Con 15 años (al gerente de la sala le dije que tenía 16, no podía perder esta oportunidad), pinché por primera vez en público con dos flamantes Technics, su mesa de mezclas, un sonido espectacular, luces estroboscópicas y sobre todo… ¡mucha gente! Vamos, un sueño para cualquier adolescente (al menos para mí). Y en esa sala me quedé durante una buena temporada. Con el tiempo vinieron más salas, prácticamente todas las de Sada (A Coruña) zona que llegó a estar muy de moda. Fiestas universitarias en la UDC, alguna pinchada en Madrid, algún concurso de DJ, la radio,…
Tenía unos 18 años cuando por primera vez se me ocurrió cambiarle el sentido a las cuerdas de una guitarra clásica que tenía por casa -soy zurdo-. Quizás, sin que él lo supiera, influenciado por el vecino de arriba que por las tardes ensayaba una y otra vez con su guitarra eléctrica. Siguiendo un libro, tardé un par de meses en combinar los 3 acordes de “Guantanamera” (sic), pero a partir de ahí pude tocar las canciones de The Smashing Pumpkins, etc. El Alternative Rock de los noventa me influenció bastante, hasta el punto de montar mi primer grupo “en serio”, incluyendo grabación de maqueta y algún concierto.
Aún así, salvo la de DJ, hasta entonces mi faceta musical había sido totalmente amateur. Pero el la década de los 2000 fue cuando poco a poco comencé a tocar con otras bandas locales, crear mi seudónimo Fiumichino y hacer mi propio EP de canciones (un poco más adelante y de forma fugaz colaboraría en este proyecto Pablo Blanco, co-fundador de REC label) e incluso a colaborar como músico y coproductor de un disco (Sils María, Pedro Granell 2004). Desde entonces mi aprendizaje en técnicas y métodos de producción ha sido constante.
Ya recientemente colaboré en la producción de remezclas con Eme DJ para grupos de la escena nacional (Niños Mutantes, Zenttric, Dover, Vega, etc.) y como Fiumichino en solitario remezclas de Erasure, Depeche Mode, Julien K, The Dirties,… aparte de temas propios (buena parte se pueden escuchar en mi Soundcloud).

¿Qué distingue y caracteriza a Fiumichino en sus sesiones? ¿Cómo las definirías?
¿Eclécticas, creativas,…? No quiero entrar en calificativos porque creo que no me corresponde hacerlo. Pero sí puedo decir que lo que me gusta es incorporar en las sesiones cierta dosis de imprevisibilidad y contraste.
En gran medida todo dependerá del lugar donde hagas tu sesión. Haciendo un esfuerzo ahora por entenderme, si por ejemplo te toca una sala con un ambiente muy marcado o el cierre de un festival (los de esperar al hit de turno para ponerte a bailar), más te vale conocerlos a fondo y adaptarte si realmente quieres mantener al público arriba. Si por el contrario te toca abrir el festival o estás en un evento más de “escuchar y dejarte llevar”, es ahí cuando la creatividad puede jugar una baza muy importante. En una ocasión abrí y cerré el mismo festival: nada que ver una sesión con la otra, ni siquiera en el equipamiento empleado.
En qué medida, con el paso del tiempo, la selección de temas de tus sesiones han variado. Si en así ¿en función de qué?
Más que de variar creo que es un asunto de sumar. Con los años conoces más y más música y en una sesión puede suceder cualquier cosa, es muy positivo que la conviertas también en una especie de “máquina del tiempo”. Aunque en ocasiones puedas preparar una o varias playlists, en realidad siempre acabarás poniendo cosas que tu intuición te pida en cada momento, según vaya funcionando la sesión.
En cuanto a la selección en si misma, me resulta más práctico tener una buena batería de canciones de muchos estilos y épocas e ir haciendo sobre la marcha que ceñirme a listas cerradas de canciones. En realidad, si todo fuese así de simple (preparar listas), creo que no harían falta los DJs.

Eres director de REC LABEL ¿Cómo y con qué idea surgió este proyecto? ¿Cómo es la respuesta de la gente ante tal iniciativa? ¿A quién van destinados?
Soy co-fundador de REC label, una “academia” de música y nuevas tecnologías, o todo junto más bien. Aparte de músico soy educador de profesión. El germen surgió a principios de 2010 por la posibilidad de hacer cursos de audio en colaboración con el Apple Store de A Coruña. Poco a poco fue creciendo la demanda ya no solo en los cursos de DJ con Traktor o de producción musical con Logic -los primeros-, sino en otros cursos, talleres y masterclasses que se han ido incorporando. Actualmente, aparte de haber generado un colectivo de formadores bastante amplio, hay más de 10 cursos y talleres en marcha en diferentes lugares y ya se está comenzando con el entorno online. Estas acciones formativas están diseñadas para empezar desde cero e ir subiendo de nivel paulatinamente, con lo que están destinadas a todos los que tengan interés por hacer música ya sea como aficionados o profesionales.
Del 15 al 19 de abril en la Nave de Música de Matadero Madrid, has impartido un curso junto con Eme DJ, ¿se completaron las plazas? ¿es esto un indicador de la buena salud de la escena DJ en España?
Efectivamente, durante esa semana impartimos nuestro tercer curso de DJ en Madrid. Asistieron unas 50 personas repartidas en 2 grupos. Hay mucho interés en este momento por formarse como DJ, y no solamente hablo de gente sin experiencia o que nunca haya pisado una cabina, también asisten DJs experimentados. Hacer un curso de DJ no es sinónimo de que no sepas pinchar o algo por el estilo. En nuestro caso lo que hacemos es un recorrido por prácticamente todas y cada una de las técnicas y los equipamientos que existen, aparte de dar muchas claves para introducirse con buen pié o permanecer en la “industria”. Para los alumnos que empiezan es un mundo nuevo, para los alumnos más expertos es una forma de recorrer caminos complementarios.
Supongo que la demanda de estos cursos está relacionada con que cada vez hay más gente que está viendo el ser DJ como una salida profesional además de otros que están viendo que hay que ponerse al día en cuanto a nuevas tecnologías para seguir evolucionando. Cada vez está más extendida la figura del DJ-Productor, con lo que las exigencias de conocimientos son cada vez más altas para poder destacar y hacerse un hueco en un sector cada vez más masificado y competitivo.
Existe una gran química entre Eme DJ y tu,¿qué destacarías de su trabajo y de vuestras colaboraciones en conjunto?
Marta es una DJ que sabe “leer la pista” a la perfección. Intuir qué es lo que quiere el público en cada momento de una larga sesión es una cualidad fundamental para tener éxito. Ser un buen selector es tanto o más importante que llevar la técnica al extremo. Eme DJ está inmersa ahora su faceta de productora, incluso ha presentado recientemente su EP “Giant” (Subterfuge, 2013), con una gran acogida por parte de los medios y del público. Le deseo mucho éxito.
Hemos colaborado en numerosas ocasiones, sobre todo en remezclas para otros grupos de la escena nacional, algunas de las cuales se han hecho muy populares, como la de “Errante” de Niños Mutantes. Pero creo que todas y cada una de estas remezclas tienen algo de especial, teniendo en cuenta que incluso no todas están creadas estrictamente para la pista. De hecho, a día de hoy hay gente que las está descubriendo y en mayor o menor medida hay opiniones positivas para todas ellas. Ha sido muy satisfactorio.
Pinchar, producir y formar tres facetas distintas que seguro reportan, cada una a su manera, sensaciones y experiencias distintas ¿qué destacarías de cada una de ellas?
Pinchar es comunicarte en tiempo real con el público a través de la música, alinear emociones entre ellos y con ellos, es un proceso complejo e intuitivo pero muy placentero cuando todo funciona bien. Ya ni te cuento cuando en determinados momentos o tipos de sesión puedes incorporar tus propias creaciones, incluso tocarlas en directo con apoyo de sintetizadores y controladores,…
Crear música y producirla tiene mucho que ver con las emociones también, pero obviamente es un trabajo distribuido por fases, menos inmediato. La ventaja de producir desde la grabación de la primera nota, pasando por el proceso de mezcla de las pistas y efectos, hasta la masterización final, es que puedes intervenir de manera reversible en todo el proceso volviendo atrás cuando quieras. Claro que esto puede hacer que una canción tenga hasta 5-10 bocetos con todas sus variaciones. Pero, aunque suene a tópico, es muy gratificante ver como poco a poco va progresando tu creación, cosa que sirve además de plataforma de aprendizaje permanente. Supongo que será algo similar a lo que ocurra en el resto de ámbitos artísticos.
A nivel docente, que es mi segunda vocación después de la música, poder unirlo todo es… ¿hace falta explicarlo? 😉

Te recuerdo sobre los escenarios con “Déjame tocarte” tema incluido en el CD recopilatorio de la iniciativa “Pulso” ¿Qué recuerdas de aquella experiencia?
Qué buenos recuerdos. En 2003 autoedité el EP “Standby” como Fiumichino. Un trabajo en solitario en el que algunas de las canciones estaba incluida mi voz. Entre ellas, “Déjame tocarte”, un tema que se reconstruyó (junto con otros nuevos) tras un intento de llevar a los escenarios el proyecto en colaboración con Pablo Blanco en un set de sintetizadores, guitarras y voces. Ese tema se incluyó en un recopilatorio de varios artistas llamado “Quo Ruña” (Pulso, 2005), una iniciativa que buscaba hacer eclosionar una, digamos que, movida emergente en la ciudad. Se presentó en directo en 2005 en el Playa Club, con Aston Martins, Pech Blenda y Fiumichino en el cartel. También sonó a nivel nacional en Radio 3, etc.
Todavía es hoy que Pablo Blanco y yo recordamos aquella corta etapa como lo que pudo ser y no fue, ya que habíamos compuesto una serie de canciones –modestia aparte-, realmente interesantes. Decidimos parar el proyecto -y ahí se quedó definitivamente- para colaborar con Pedro Granell (ex Skizos, Kosmic Muffin) en su primer disco y gira en solitario, otra etapa enriquecedora. Con estas cosas nunca se sabe.
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